Dulce y sencilla como omnipotente es tu presencia,
tus labios de seda donde bebo esperanza y fortaleza,
deambulo entre la comisura de tu etero paisaje,
la tenue brisa de tu aliento impregna juventud,
amaneceres que absorben lentamente mis sentidos.

Me despojo de traiciones y caídas al abismo,
entre suspiros y seducciones desfallece mi razón,
el tiempo expira navegando cada poro de tu cuerpo,
nutriendo a la pasión de tu carácter, de tu esencia.

Roza mi mano ávida de ti, tu endeble cintura.
Que inerte ante mi presencia, se entrega a ser moldeada.
Sutil es la forma en que apresas mis deseos.
Esta vez no habrá murallas, solo entrega y sacrificio.


El Ser Bohemio


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