
Iba con sus sueños acuesta,
tratando de alcanzar lo eternamente deseado,
la nostalgia y melancolía la acompañaron siempre.
El pesimismo solía hablarle al oído como quién es amigo,
ella solo estaba envuelta en soledad.
Un día, esos que guiñan el ojo.
Llego el mayor de los regalos,
el vino añejo a su copa.
Pudo sentir el regocijo que empapaba tímidamente su cuerpo
y experimento la realización de quién a pesar de las caídas
sabe que la vida da revancha, saltando capturó su sueño.
El Ser Bohemio
__________________________________________________
que saltando todos capturemos nuestros sueños. la vida siempre da la revancha, ¿NO?
ResponderEliminarUn saludo.
con el tiempo todo llega solo hay que alimentarlo a base de esperanza e ilusión hasta que llegue ese momento. un besin de esta asturiana
ResponderEliminarguay!!! te sigo!!! =) es excelente...
ResponderEliminarlos días que guiñan un ojo, sin lugar a dudas, no tienen precio.
ResponderEliminarSolo es cuestión de no caer vencidos y no dejar de perseguirlos…
ResponderEliminarHermoso amigo…
Muackss!!