El tiempo pasa como remolinos de viento,
te extraño como el exiliado a su país,
te busco en mi cena, en mi cama, en mi cuarto,
más te encuentro dentro de mi.

Me gustas libre como mariposa en su vuelo,
como solo la alegría expresa su ser.
La compañía se presenta ante mi pidiendo recreo
y entiendo lo que el amante no quiere sentir.

Me diste alegrías, soledades, compañías,
me diste el instante tan cerca de ti.
Me diste tu vida, tus dos girasoles
y la incertidumbre de vivir sin ti.

Hoy no encuentro mundo sin que te nombre,
ni mis días  sin pensar en ti.
Tu generosidad le dio un giro a mi vida,
sentí nunca dar, solo recibir.

Disfruto tu tranquilidad de alma nunca lastimada,
tu sonrisa del disfrutar sin nunca sufrir,
quizás es la madurez que juntos construimos,
Quizás es lo que hoy pude sentir.